¡ BIENVENID@S !

¡BIENVENID@S! a mi Blog personal.

Desde aquí, espero transmitiros, todas la emociones, sentimientos, alegrías, penas y satisfacciones, que mi pluma sea capaz de plasmar sobre el folio.

Espero que os guste y al menos durante los minutos de lectura de éste, vuestras emociones, sensaciones, sean como mínimo, gratificantes y enriquecedoras.

Un abrazo.
Annia




lunes, 11 de julio de 2011

EL MONSTRUO DE LOS OJOS VERDES IV Parte

Continuemos Vuestras Mercedes, el Mester que en espera dejamos...
El Sol, ya se esconde...el día a llegado y con la luz de éste, con más claridad, todo se verá.
Dejamos éste pendiente de saber, entre otras cosas ¿ Cómo le fue a los Aldeanos  en otros condados?
Empecemos pues... Recitaré lo que a estos, les informarón.
Allá por las tierras que lindan con las fronteras del reino del cual hablamos; se encontraban éstos, buscando respuestas a sus problemas, cuando las cosechas el mal tiempo estropearán y a causa de ésto, no pudiras, pagar sus tributos a quienes se los reclamaban.
Consultados los Vasallos, que aquel Condado regentaban; dijeronle a éstos, que no se preocuparan. Ellos desde lejos, otra pespectiva encontraban al problema, que a estos preocupaban.
Dijeronles que, ellos que no estaban al cien por cien, en como las cosas desarrollándose estaban, asi que si llegaban las tormentas, si las incremencias, el trabajo de éstos entorpecian,ellos desde su Condado, su apoyo les prestarían.
Piedieron a los Aldeanos  que volvieran, a negociar con los Nobles. 
Que al Clero pidieran, que acorde con sus creencia actuaran y mientras que éstos lo hacían, con paciencia esperaran.
Dieron a éste la promesa, de hacer cuanto ellos pudieran, poniendo a su dispocición todas las dependencias que en sus hogares existían,  durante el tiempo  que estos entre ellos se   quedarán.
Después de un descanso necesitado, marcharon los Aldeanos  contento, con las respuestas de éstos, a pesar de que, contrariados estaban por el rumbo que aquel asunto tomaba. Pero, la voluntad de los  consultados y la clarivirencia con que, prometieron  se responsabilizaban, les hizo comulgar con la esparanza de que, entre unos y otros... ¡Todo se arreglara!
LLegaron de nuevo a su Condado. 
Pendiente de lo que les habían recomendado, dejamos aqui éste momento, para ver otro asunto que teniamos esperando...
¿Cómo hacer que los Nobles, cuando las tormentas arrasaran las cosechas, pidiendole  su venia al Rey, al Clero, a los Caballeros, que llegaran con el Monstruo a un acuerdo?
¡Cómo procurar que sus cosechas, estubieran resguardadas, cuando las lluvias o las nieves, sus raices resqrebajaran? ¿Cómo trabajar éstas, sin pensar en lo que pasaría en el mañana? Ya que, no estaba en sus manos, poner normas al Destino. ¿Cómo pedir razones al tiempo, del cual sólo la naturaleza era dueña?
Llegarón a la conclusión de que, lo mejor sería, hasta que llegara el momento, poner en su trabajo todo el empeño, para que éste fructifero fuera; de esta manera, aquello que daba uno de los sentidos a sus vidas, no se convertiría en esclavitud y dolor; como a muchos otros Aldeanos les había pasado, despues del fragor de las batallas; cansados y hastiados, del poso que estas habían en sus vidas dejado.
Si trabajar sus campos querían... Si llevar ese  trabajo, con dignidad deseaban; lo mejor era poner todo su empeño, en que ésto no les robara, la satisfación que siempre había sentido, cuando las semillas que sus manos sembraban, con paciencia y alegría sus frutos les ofrecia.
Pero como en todo en la vida, hay que ir paso a paso;  decidieron volver a sus campos. Regar, cuidar, labrar  estos... Hasta que a la hora del pago de los tributos llegará.
Era la mejor opción. Ya que, no sólo el fruto de éstos, daba para pagar a quienes se lo requerían; además, eran el sustento, con lo que quedaba, de aquellos que en sus hogares, con ellos se alimentaban.
Mientras tanto, el Rey del Reino, ante la actitud de éstos, quedose esperando el momento, en que los Aldeanos la decisión tomaran, para evaluar si el trabajo de éstos, compensaciones les daba. Era cierto que los tributos, sus arcas de bienes llenaban, pero, bien sabía éste, que no siempre se encontraban, Aldeanos tan leales, comprometidos con sus faenas. 
Todo dependía de si las cosechas, sus graneros, seguían llenado, sin que las inclemencias del tiempo, le restarán a él, sus pagos. 
De una manera o de otra, lo importante sería, que la siembra de las semillas, en manos de los Aldeanos, fueran siempre fructíferas para que siguiera  cultivando con ellos sus campos. Así que siguió esperando...pensando...
Quedase aquí el relato por hoy... Por suerte, aún brilla el Sol... Cuando lleguen las lluvias... Si las inclemencias de estas, roban al los Aldeanos su pan... Seguiremos el Mester Señores...
Ahora Vuestras Mercedes, me van a disculpar... El día a sido largo... un servidor tiene que descansar... 
Mañana tiene otra tarea pendiente, en la Aldea de al lado. Hay niños que están esperando su el cuento que este servidor les prometió...
Dejemos por hoy las batallas, entre Reyes,Monstruos,Siervos, Caballeros y Aldeanos... Que mucho más importante, es poner una sonrisa en sus labios.
Pliego el pergamino... callo mi voz alzada... que disfruten las riquezas, que poseen en sus casas... ¡Familia...Hijos...Hermanos... Amigos! La solidez de sus posesiones... la gratitud de su salud...
Que lo más importante de este Mester, no son  batallas, ni ganadores... Lo importante de verdad, es que, esta historia les haga pensar, en que cada cual, debe tener, lo que con sus manos pueda ganar, con su conducta conseguir y con su honestidad lograr...
Tengan sus Mercedes un gran día... Marcho ya...





Annia Mancheño





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