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¡BIENVENID@S! a mi Blog personal.

Desde aquí, espero transmitiros, todas la emociones, sentimientos, alegrías, penas y satisfacciones, que mi pluma sea capaz de plasmar sobre el folio.

Espero que os guste y al menos durante los minutos de lectura de éste, vuestras emociones, sensaciones, sean como mínimo, gratificantes y enriquecedoras.

Un abrazo.
Annia




viernes, 12 de agosto de 2011

QUISIERA, AMIGA





Cuando llegó a la Hospital donde le habían avisado que se encontraba ingresada Susana al preguntó y ser informada de que ésta se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos, sus ojos se llenaron de incredulidad y lágrimas.
·        Pero... ¿Tan mal está?
·        Yo no puedo informarla sobre eso – le contestó la Enfermera - Suba a la planta segunda y allí le explicaran cual es su estado ahora mismo.
Sin espera el ascensor, subió las escaleras de dos en dos. Sabia que Manuel que en ese momento se encontraba detenido a la espera de que su Abogado le sacara en Libertad Condicional, ya había pegado a Susana alguna vez, pero nunca pensó que las cosas llegarían a hasta donde habían llegado. Susana se empeñaba en convencerla de que éste la quería y que sólo eran discusiones que ella misma a veces no sabía controlar. Además, le quería tanto que no se imaginaba la vida sin él. Aunque ella más de una vez, pensó que lo que en realidad le ocurría a Susana, era que tenía miedo de no ser capaz de salir adelante sin el apoyo de él.
Cuando llegó a la U.C.I. una enfermera le informo que Susana, además de tener tres costillas rotas, el rostro desfigurado por lo golpes, una hemorragia interna y un encharcamiento de uno de los pulmones que le dificultan la respiración había recibido un golpe en la cabeza la mantenía en estado de coma sin saber los médicos en que momento saldría de éste.
·        ¿ Puedo verla? – preguntó – Soy una buena amiga...
·        Si, pero sólo un momento, ¡ por favor ¡ Las horas de visitas son por la tarde.
Se puso una bata que le dieron, unas especies de zapatilla y una mascarilla y pasó dentro.
Susana, entubada, permanecía con los ojos cerrados, inconsciente.
Se quedo mirándola. No podía tocarla ya que la enfermera se lo había advertido, al no llevar guantes de late como era habitual  Cuidados Intensivos en dicha dependencia del hospital.
Al verlas en aquel  estado no pudo evitar que las lágrimas resbalaran por sus mejillas mientras pensaba:
·        Mi querida Susana... ¡Quisiera ¡ Quisiera que no cerraras esos ojos eternamente. Me gustaría poder entrar ahora en tu pensamiento, y cogidas de la mano de estos, volar las dos aunque sólo fuera un momento, hacía el país de la suprema insensibilidad, donde nada te podría dañar. Una vez abriríamos estos, abrir estos y te enseñaría todo lo que tu corazón consintiendo, está perdiéndose.
Te presentaría, a tu perdida dignidad. Ésta, está envuelta en engaños, de alguien que la quiere vestir con el con el traje del amor, cuando en realidad tan sólo lleva puesta la túnica del desamor.
Bordado sobre éste, con hilos de miedos callados, justificaciones sobre tu formas de actuar, que van apartando de un zarpazo, las flores que la vida te quiere regalar.
Como  corona  le  han  puesto,  abrazos  esculpidos  en  hielo,  caricias  que  el ego-masculíno, con desprecio da, momentos de éxtasis comprados con la moneda de la inseguridad.
Mírala Susana... Lleva en sus ojos, dos trozos de negro carbón. Negro que robó a la noche y el día funde con el desamor.
Sus labios están pintados de enfermiza pasión, en las comisuras lleva dibujado el rictus de dolor.
En sus manos recogidas, palabras escritas con calma, pero su tinta es color negra y roja, la forma, depresiva aunque quiera recitar baladas.
En su alma... ¿ No hay nada en su alma ¿ ¡ Está cerrada a cal y canto con mentiras que esculpe la soledad ? ¡ Aunque yo sé que no así ¡ Yo sé que sólo es el miedo que atenaza su corazón y pone sobre ésta un velo negro que cubre toda su hermosura.
Por eso amiga mía, cuando volvamos al mundo real, quiero que abras esos ojos y con ellos abiertos delante de la verdad, puedas ver en los tuyos, reflejados en los míos, una lágrima de emoción, dos de comprensión, tres de valentía, cuatro de fuerza para luchar, cinco de ilusión en la vida, seis de estima hacía ti misma, siete de palabras sinceras, ocho de alegría para batallar contra la depresión, nueve de esperanzas para tu vida y diez lágrimas más, para juntas con las demás, formaran las palabras que tu boca no se atreve a pronunciar :
¡ No ¡ ¡ No ¡ Nunca más...,  ¡ Soy una persona y con mi amor no jugará nunca más !

Annia Mancheño





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